José Luis Filpo Cabana, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons |
El Papa Pablo VI, en su exhortación apostólica Gaudete in Domino, muestra la paradoja de que, en la sociedad occidental, donde se disfruta de un elevado nivel de vida material, hay muy poca alegría. La sociedad tecnológica provee de entretenimiento y placer en muchas dimensiones, y aun así la alegría en nuestra sociedad es sorprendentemente escasa. Esto se debe a que el origen de la alegría es otro: es espiritual.
Este libro explora la relación entre la alegría y el humor y la espiritualidad, reflexionando sobre la tradicional relación entre la seriedad y la religión, señalando las fuentes bíblicas para apreciar el humor y la alegría tanto como un fruto de una rica vida trascendente como un camino para aproximarse a la gracia de Dios.
El jesuita estadounidense James Martin, con un estilo sencillo y accesible, explica que la alegría es producto del amor. Basándose en su propia experiencia y su contacto con líderes religiosos de otras confesiones, muestra cómo la alegría y la risa se dan en las comunidades de fe, y cómo se vincula con la vivencia plena de la propia vocación; acercarse a Dios es causa de una alegría creciente.
El libro es una motivación para vivir con humor las situaciones de la vida, no tomarnos demasiado en serio, aprender humildad, vivir en agradecimiento y responder de manera gozosa. La risa tiene que ver con la sorpresa, y nos ayuda a ver que no podemos prever ni controlarlo todo. No quiere decir que no nos esforcemos, pero sí que debemos colaborar en lo que nos sea posible con la confianza de que hay Otro que tiene el control.
Al fin y al cabo la vida de Cristo, su resurrección, el amor de Dios, la creación, son todo motivos para estar profundamente alegres. Martin insiste en que, siendo conscientes de que hay circunstancias en la vida que requieren seriedad o que necesariamente van a ser causa de tristeza, los cristianos estamos llamados a vivir nuestra vida y nuestra fe desde una alegría y un sentido del humor que tienen como raíz una relación rica de amistad y amor con Dios.